domingo, 21 de mayo de 2017

EXPERIMENTO SOCIAL

¡BUENOS DÍAS A TODOS!
Quería compartir con todos vosotros un vídeo que me ha llamado muchísimo la atención. En este vídeo puedes ver de verdad el auténtico valor de las cosas pero sobre todo de los sentimientos por encima del dinero. 



En este vídeo puedes ver como un mendigo, una persona de la calle se encuentra con un dinero que le han dejado y lo primero que hace es ir a comprarse unas sábanas y almohadas para poder estar caliente mientras duerme noche tras noche en la calle. 
Cuando regresa de haber comprado esas cosas escucha a un chico en la calle que no tiene dinero suficiente para poder comprarle unas medicinas a su hija. El mendigo habla con él durante y rato y le pide que no se mueva que él ahora vuelve.

Al cabo de un rato vuelve tras vender todo lo que había comprado para poder darle el dinero al chico. Es un acto de generosidad impresionante.Lo que éste no sabe es que ese dinero se lo había dado él mismo y como muestra de su agradecimiento y por haber hecho lo que hizo que sin conocerle de nada vendió sus cosas que había comprado para poder vivir mejor en la calle dió este dinero  para que pudiera comprarle unas medicionas a su hija. 
Este tipo de actos son muy nobles y te hace pensar de verdad dónde esta el valor de toda las cosas pero sobre todo de lo sentimental quitando el dinero. 

El chico le dio aún más dinero y le comentó que había hecho un experimento social, que era una cámara oculta pero que agradecía enormemente lo que habia hecho por él. 

Hacen falta este tipo de personas, te demuestran que con lo poco que tienen aunque les des, en este caos el dinero, estas dispuestos a ayudarte y quedarse ellos otra vez sin nada. 
Pienso que el que menos tiene tambien es el que más valora el valor de las cosas de la vida; y muchas veces el que más tiene no valora nada. 
Espero que os guste

¡FELIZ DÍA A TODOS!

Clara Fernández García 

1 comentario:

  1. Me ha dejado asqueada el vídeo de ese youtuber, qué repugnante forma de ganar dinero, ese pobre hombre llorando, desde luego es un buen hombre, y el otro un producto de consumo, repugnante

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